Una gota en el mar

"A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota".  Madre Teresa de Calcuta.

 

 

Creo que no en pocas ocasiones quienes trabajamos por el bien común nos sentimos solos.   Cuando lo he sentido suelo recordar esa frase de la Madre Teresa y me convenzo que el granito de arena que damos por mínimo que sea, hace aunque sea un poquito la diferencia en la vida de otras personas.

Sin embargo, no dejo de preguntarme ¿por qué no todas las personas quieren hacer la diferencia? ¿Qué hace que unos busquen maneras de construir un mundo mejor y qué que a otros literalmente les valga lo que pasa a su alrededor?.  Y es que, si hay algo en lo que tengo certeza es que todos podemos hacer algo, cada persona tiene en su poder influir en la vida de uno o de muchos, ya sea para bien o para mal, y no se necesita mucho, a veces basta tan solo un momento.  Entonces, ¿cuál es la razón de tanta indiferencia?

Creo que la razón radica en la misma indiferencia, en la ausencia de presencia de otro significativo en la vida de las personas.  Me explico, el otro significativo, no tiene que ser una figura de apego, ni una persona importante, más bien es alguien que con el ejemplo, motiva a esa persona a trabajar en una causa - hay causas, de causas, menos gigantescas de lo que se imaginan-.  Tiene que ser una persona que trabaje por ayudar a otros con convicción y de forma desinteresada (aunque al final de una manera u otra todos obtenemos ganancia al ayudar), que demuestre fluidez en sus acciones y que no sea percibido como el gran sacrificado de la historia. 

Con sus acciones, esa persona le demostrará a los demás que realmente gana al hacer algo por los otros e influirá positivamente en quienes le rodean.   Me parece entonces, que lo que nos hace falta es más personas que motiven a otras, lo que necesitamos es marcar más las vidas de las personas indiferentes, al fin y al cabo ellas también están necesitadas de ayuda.

¿Parece muy difícil? pues, no lo es.  Al contrario, si se hace con convicción no requiere ningún esfuerzo, aunque el camino a veces se torna complicado, la recompensa siempre es mayor.

Y lo más importante, y que me llevó a escribir esta nota, no estarás solo.  Hay un buen número de  personas haciendo la diferencia, construyendo un mundo mucho mejor. Muestra de eso es que yo conocí y me casé con una de ellas. y he ido conociendo en el camino a gente maravillosa que no baja los brazos y sigue luchando.   Lo que necesitamos es creer que si se puede, no desfallecer y cada vez sumar más a nuestra causa, sea cual sea tu trinchera, anímate y hazlo.   Eso sí, para que te funcione y te sea fluido lo primero que debes hacer es identificar en que sos increíblemente bueno, que te apasiona, justo con eso, haciendo eso, es con lo que podes generar un cambio y contagiar a los demás.

¡Adelante!  si podemos llenar el mundo de luz, cuanto más seamos mejor.

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